Abe delinea estrategia de expansión sin recortes de gastos
El plan incluye una modernización de las universidades y permitir a las industrias de turismo y TI contratar extranjeros.
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Los instructores de ski están entre los trabajadores extranjeros a los que se les haría más fácil vivir en Japón después de que el gobierno revelara una estrategia económica que promete acelerar el crecimiento en los próximos tres años y que no habrá un ajuste adicional de la política fiscal al menos hasta 2018.
El borrador del plan, que se espera que sea aprobado por el gabinete de Japón la próxima semana, muestra que el primer ministro Shinzo Abe está apostando por un crecimiento más alto en lugar de medidas fiscales para controlar la deuda pública más grande del mundo, de 246% del Producto Interno Bruto.
El plan delinea varias medidas que se suman a la “tercera flecha” de la estrategia de estímulo de Abe, que apunta a impulsar el crecimiento -incluyendo una modernización de las universidades nacionales y permitir a las industrias del turismo y las Tecnologías de la Información (TI) a contratar a trabajadores extranjeros- y muestra su determinación a no asfixiar a la economía con un ajuste fiscal prematuro.
La estrategia fiscal no contiene grandes recortes de gastos o alzas de ingresos más allá del aumento de 2 puntos porcentuales en el impuesto al consumo planificado para 2017.
Pese a que algunos analistas han criticado los supuestos económicos optimistas del gobierno -incluyendo un crecimiento más acelerado en Japón y EEUU- la estrategia sugiere que la oficina del gabinete de Abe ha ganado una lucha territorial en contra del deseo del Ministerio de Finanzas de un ajusto fiscal rápido.
En lugar de recetar alzas de impuestos o recortes de gastos, la estrategia describe a 2016-2018 como el “período de reforma intensiva” destinado a impulsar el crecimiento, terminar con la deflación y restringir el gasto en seguridad social. El gobierno revisará la política fiscal en 2018.
El plan establece una meta intermedia de un déficit primario -el déficit fiscal antes de los pagos de intereses- de 1% del PIB en 2018, para llegar a un equilibro primario en 2020.
También pide que la deuda pública de Japón baje en relación al tamaño de la economía después de 2020.
Abe está intentando revivir la economía japonesa tras dos décadas de estancamiento, pero enfrenta grandes desafíos de una población que envejece y la creciente deuda pública acumulada durante años de una deflación que va y viene.
Las principales medidas en la estrategia fiscal apuntan a limitar el crecimiento del gasto en seguridad social, como un incremento en la participación de las prescripciones de remedios genéricos más baratos a 80% del total para 2020.